FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

viernes, 24 de febrero de 2023

En una encrucijada.


Escribo esta entrada en el blog, parado durante quince días, pidiendo disculpas a todos los que me leen con más o menos asiduidad, y de un modo especial a los que además me lo hacen saber de cualquier forma, lo que siempre se agradece.

Varios días seguidos de no encontrar un momento para sentarme a escribir me llevaron a una especie de desconexión temporal que parecía empujarme a una definitiva, pues me di cuenta que me resultaba muy cómoda.

La tentación, cada vez más fuerte, de desaparecer del mundo recluyéndome en mis montañas, a modo de monasterio, y en mi gente, cual miembro de la comunidad de monjes que lo habitan, choca frontalmente con mi actividad en el blog que me fuerza a estar en este mundo que ya casi no entiendo, escuchando, reflexionando, analizando, y compartiendo mis conclusiones de ese análisis por si sirve para algo o para alguien.

Por otro lado, como sé que es esta la postura más cómoda, y así lo he vuelto a comprobar estos quince días, me da miedo instalarme en ella, pues a lo largo de mi vida me he dado cuenta de que optar por el camino cómodo no suele llevar a buen puerto.

También pesa en mí toda esa gente que me ha hecho saber que le sirve lo que escribo, y la necesidad propia de “gritar”, aunque sea en el desierto, contra toda la inmensa ola de mentira y de miseria en la que vivimos “tan a gusto”.

Y ¡cómo no! el hecho de poder compartir la belleza de la naturaleza, de la literatura, o de esas cosas sencillas y cotidianas, buenas, bonitas, que tan a menudo pasan desapercibidas.

Pero la situación política, tanto en el ámbito nacional como internacional que ya no entiendo en modo alguno y que me resulta, aparte de muy preocupante, nauseabunda, me impulsa a hacer algo, aunque solo sea escribir lo que pienso.

Como el silencioso desmoronamiento del sistema educativo, ante la indiferencia de la mayoría. No sé si planificado y deliberado, o fruto de la ignorancia y los prejuicios, pero el desastre, que ya estamos pagando, nos saldrá muy caro. Y habiendo trabajado toda mi vida en educación, y teniendo gente querida y próxima que sigue haciéndolo, se me hace difícil callar.

También el deterioro imparable del planeta, la casa común, me afecta directamente. Y no hablo solo del cambio climático, sino de las consecuencias no abordadas del éxodo rural, de la mercantilización de la naturaleza, de la proliferación de actividades insostenibles y de un sinfín más de acciones y de omisiones con consecuencias irreparables. Callar me parece consentir lo que veo intolerable.

Y  el impacto brutal de las redes sociales, los medios de comunicación, manipulados y manipuladores, el relativismo moral, el hedonismo y el nihilismo como formas de vida…

“¡Demasiao pal cuerpo!”

Por eso estoy más tranquilo sin pensar demasiado, entrando en una especie de segunda jubilación. Disolverme en el éter, desaparecer del mundo, refugiarme en ese monasterio que es mi gente, y perderme en las montañas que lo envuelven, cuanto más tiempo mejor, es la gran tentación.

A fin de cuentas, lo que manteniendo el blog puedo hacer es nada, una gota en el vasto océano, y lo que me cuesta mantenerlo es mucho.

¿Qué hacer? En ello estoy.


3 comentarios:

  1. Mira Don Jesús, el relativismo moral nos hace forzar la mirada para comprender al diferente. El relativismo moral quizás es la misma tendencia que nos hace superar esa execrable inclinación al racismo, a la xenofobia. El hedonismo o el epicureismo es lo que me hace a mí disfrutar de una deliosa langosta cocinada por portugueses en un restaurante caro. Y el nihilismo, ahí estoy contigo, o con usted, ahí es donde tenemos que luchar hasta el último día para no permitir que crezca una actitud y una mentalidad cuyo paradigma es el característico de los psicópatas.

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  2. El último mensaje lo ha enviado tu antiguo alumno Juan Manuel Llanos Orantos.

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  3. Interesante reflexión la que haces, y podríamos hablar y escribir largamente sobre ello. En realidad estoy de acuerdo contigo. La negación total del relativismo moral nos lleva a un dogmatismo monolítico catastrófico, cierto. Pero el relativismo moral total deja al hombre en manos del más fuerte, creo. Es cuestión de equilibrio. Respecto al hedonismo, yo también disfruto de una buena langosta, la cocine quien la cocine. Creo que también es cuestión de equilibrio. Disfrutar de los placeres, mientras no hagas daño a nadie ni a ti mismo, creo que no es hedonismo.
    Ah, y lo del "tigo" y usted, me quedo con el "tigo".
    Un saludo.

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