FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

martes, 19 de marzo de 2013

¡Bienvenido Francisco!


Bueno, pues ya han pasado seis días desde la “fumata blanca”, seis días que he dedicado a escuchar, a leer, a comentar, y hoy día de San José, el día que el Papa Francisco ha elegido para inaugurar su pontificado, escribo, lleno de agradecimiento y de esperanza.
Que la figura de Jesús, sea cada vez más reconocible en la Iglesia. Esto es lo que le pedí a quien fuera el nuevo Papa, en aquellos momentos tan especiales en los que sabíamos que ya había sido elegido, pero no quién era.
Y saltó la sorpresa, lo inesperado. Sentí gozo, me alegré cuando escuché en directo que era argentino, jesuita y que se llamaría Francisco. Sinceramente no esperaba tanto. Si el gesto de Benedicto XVI me encendió una hermosa luz en la oscuridad, esto hizo que la luz me deslumbrara.
Luego han venido los gestos y las palabras desgranándose a lo largo de estos seis días, casi como si de una película se tratase. De momento me parece demasiado bonito, de verdad, demasiado bonito. Pero ¿por qué lo bonito no puede ser también verdad? En cristiano, la verdad definitiva es bonita.
Y ahora, cuando pase el impacto, vendrá el momento del trabajo callado, de las decisiones difíciles, de las tensiones inevitables. Y el Papa Francisco necesitará de nuestra oración, como ya dijo, y de nuestro trabajo. Ya nos ha dicho también, que tenemos que caminar juntos, que trabajar juntos. Porque no solo es suya la responsabilidad de que la figura de Jesús, sea cada vez más reconocible en la Iglesia, es nuestra también. Por eso nos pide que caminemos juntos.
¿Se os ha ocurrido leer la oración de San Francisco sabiendo que el Papa se llama Francisco? Es lo que quiere hacer como Papa, es lo que nos pide que hagamos como cristianos.
Aquí la tenéis. Leedla despacio.

Oh Señor, hazme instrumento de tú Paz.
Donde hay odio, que yo lleve el Amor.
Donde hay ofensa, que yo lleve el Perdón.
Donde hay discordia, que yo lleve la Unión.
Donde hay duda, que yo lleve la Fe.
Donde hay error, que yo lleve la Verdad.
Donde hay desesperación, que yo lleve la Esperanza.
Donde hay tristeza, que yo lleve la Alegría.
Donde están las tinieblas, que yo lleve la Luz.
Oh Maestro, haced que yo no busque tanto:
Ser consolado, sino consolar.
Ser comprendido, sino comprender.
Ser amado, sino amar.
Porque:
Es dando, que se recibe.
Perdonando, que se es perdonado
Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna.

¿No veis que tenemos un hermano mayor en Roma?, un hermano que desde el primer momento nos ha dicho qué va a hacer, y que nos invita a que lo hagamos con él.

¡Bienvenido hermano Francisco!

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