FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

jueves, 19 de enero de 2023

¡Ojalá fuera tan fácil!


 

Sumergidos ya en plena campaña electoral, aunque de modo extraoficial, empiezan a oírse sandeces, tonterías y mentiras que también se oyen a lo largo de los años, pero con menos intensidad.

Escuché el otro día que hay que controlar los precios de los alimentos básicos por ley. Y se quedaron tan anchos.

Bonito queda decirlo y más escucharlo, porque es cierto que están desbocados y que a demasiada gente le cuesta llegar a fin de mes. Pero decir que hay que poner freno a este desatino por real decreto, es una imbecilidad y una simpleza con el único objetivo de recoger votos. El problema es muchísimo más complejo que aprobar una normativa en el Congreso. ¡Ojalá fuera tan fácil!

Me explico.

El principio más elemental de la teoría de sistemas es que el cambio en un elemento del sistema provoca cambios en el sistema entero. Y esto es un hecho irrefutable, ampliamente demostrado.

El precio de los alimentos en el mercado es un elemento más del sistema económico. Alterarlo por ley provocaría cambios en el sistema entero, muchos de los cuales pueden no ser deseables por ser contraproducentes y porque con gran probabilidad perjudicarían, como siempre, a los más desfavorecidos.

Claro que hay que controlar y reducir los precios, y no solo de los alimentos, y mantener el poder adquisitivo de las familias. Pero decir que eso se puede hacer por ley es una solemne majadería, una mentira cuyo único objetivo es recabar votos.

Y ahora viene mi reflexión. Quienes prometen eso, si saben que lo que dicen no es realmente posible, son unos farsantes y unos mentirosos, cuyo objetivo real es perpetuarse en el poder. Pero si no lo saben, si creen que sí es posible, y lo dicen honestamente, son unos pobres ignorantes y unos ingenuos.

Ignorantes o farsantes. Gente tonta o gente mala. O ambas cosas a la vez, que también es posible.

Y el problema final es que acabará pagándolo pocaropa. Porque si no hacen lo que dicen, los que se fían de ellos, se quedarán con dos palmos de narices, igual que estaban. Y si lo hacen, o intentaran hacerlo, provocarían un caos en el sistema económico que repercutiría, sobre todo, en los más desfavorecidos; como siempre.

Hay que estar atentos a los cantos de sirena que provoca la cercanía de las urnas. Y como Ulises, no escucharlos; el pidió a sus hombres que lo ataran al mástil. Amarrémonos también al mástil del sentido común y de la capacidad crítica, más allá de ideologías cargadas de prejuicios. Y superemos el mantra de las derechas e izquierdas. No las hay; hay gestores buenos y honestos, y sinvergüenzas; en todas partes.

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