Me
encontré un día de estos con un montón de basura junto a un bonito y umbrío
camino no muy lejos de aquí, en pleno monte. Apareció de la noche a la mañana,
pues había pasado por allí unos días ante y no había nada.
Envié
foto y ubicación al ayuntamiento a través de un amigo con la esperanza de que
lo retiren en algún momento. Ya veremos. Otro aviso de estos que di de la misma
forma, hace algún tiempo, sí sirvió para que retiraran unos enormes y gruesos
cristales arrojados sobre matorral seco, junto al pinar.
Hablando
con unos amigos de estos desagradables hallazgos, uno de ellos, que trabaja en
el campo, nos dijo que cada vez había más basuras y escombros tirados por
cualquier sitio. ¿Por qué no van al ecoparque? Era la pregunta.
Y la
respuesta, un tanto sorprendente, fue
que no era tanto dejadez, como miedo a que les pudieran pedir algún tipo de
documentación. Esta basura de la foto resultaba más cómodo llevarla al
ecoparque, que estaba muy cerca, que subirla al monte.
Suelen
ser, según nos contaba nuestro amigo, pequeñas empresas de reformas de dudosa
legalidad, que trabajan reventando precios a cambio de prácticas como estas.
Esto
es lo que hablamos.
Y es
desde luego un problema al que los ayuntamientos van a tener que hacer frente,
tanto por cuestiones laborales como medioambientales, pues según nos contaba,
el problema va a más muy deprisa.
Simplemente
expongo hechos y posibles causas.
38 litros en 182 días.
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