FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

lunes, 23 de noviembre de 2020

Esa luz tenue, casi imperceptible.


Pensaba yo esperando a la noche mientras se ponía el sol, sentado frente a una señal del camino, en el debate que hay con el asunto de cierto partido político y su apoyo a los presupuestos. ¡Ya veis en qué se puede acabar pensando tras un día entero andando solo por el monte sin ver a nadie!

Dicen que son votos democráticos y plenamente legales. Y es cierto, se ajustan a la legalidad vigente, por eso entran en el juego democrático.

Y son por esto legítimos. ¿Legítimos, me pregunto? La palabra legítimo viene de la palabra ley, significa que se ajusta a la ley, y eso le da derecho a ser, derecho a existir. Sí son pues también legítimos.

Pero llegados aquí veo que estamos como estábamos; añadir esa palabra no aporta nada, solo suena bien. Es una redundancia. Y entonces me hago la pregunta que te lanza al vacío.

Y contemplo el sol poniéndose, el cielo rojo. Miro la señal que indica un lugar lejano aún, tras la montaña, al que he de ir. Empieza a hacer frío.

Será democrático, legal, legítimo, ¿pero será moral? Puede haber, las ha habido muchas veces en la historia, graves inmoralidades perfectamente legales, legitimadas por las leyes democráticas o no, pero leyes a fin de cuentas. La memoria histórica también debería aplicarse a estas cuestiones.

Sin embargo tampoco puedo concluir tan fácilmente que esos votos sea inmorales, porque, al menos en cristiano, el perdón y la misericordia tienen un papel central en las relaciones humanas; y un asesino arrepentido, de verdad arrepentido, debe ser acogido. Incluso uno no arrepentido, si descubriera que aun así es amado por Dios, se arrepentiría. Es la parábola del hijo pródigo, que no vuelve porque se arrepiente, sino porque tiene hambre; se arrepiente cuando su padre le abraza sin dejarle hablar siquiera.

Pero es que ni siquiera están arrepentidos, me grita una voz dentro de mí. Es que es todo una orgía infame de sucios intereses políticos… Es que en ese mundo no hay Dios que valga, allí no hay Dios…Los seres humanos no importan, ni su dignidad, ni su vida...¡No importan!

Ya es de noche. La luna, en cuarto creciente, aún no oculta las estrellas. Y con esa luz tenue, casi imperceptible pero suficiente, vuelvo al coche sin llegar a encender la linterna.

Y pienso, algo de luz siempre hay, por oscura que sea la noche. Y le doy gracias a Dios por ello.

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