FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

No vamos por buen camino.


Escribí esta entrada hace muchos meses, pero no me decidía a publicarla por eso de que la libertad de expresión está en franca retirada sin que a casi nadie parezca preocuparle. Pero hoy, por ser el día que es, me he decido.

La violencia contra la mujer es un problema serio, grave, urgente. Es muy injusto y doloroso lo que, a menudo en silencio, tienen que sufrir muchas personas del sexo estúpidamente llamado débil; denominación está que arranca del meollo mismo del problema, el machismo.

Pero no nos lo quitamos de las manos. Incluso a veces parece que va a más, y desde luego, con la pandemia, se ha agravado añadiendo dolor al dolor. ¿Y por qué? ¿Por qué está costando tanto acabar con estas terribles e injustas situaciones?

¿A nadie con autoridad para tomar decisiones se le ocurre pensar que el problema que están intentando resolver lo están agravando? Piensan y dicen que la culpa la tienen otros; todos menos ellos. Es lo más fácil. ¿Por qué no se paran a pensar que algo estarán haciendo mal cuando esta violencia que intentan erradicar continúa o incluso va a más?

Reiterativos y manidos discursos políticos, minutos de silencio en las plazas, más dinero y recursos, mayor presencia y presión policial, cambios en la legislación, letreritos diseminados por doquier… Todo eso, siendo útil, es del todo insuficiente si no se enfoca el asunto de otra manera. Y ese es el problema; está mal enfocado ¿Qué no lo ven?

Tanta cerrazón y tan poca aparente inteligencia me ha hecho pensar que, en el fondo, ellos, muchos políticos, no todos, ya saben que por ese camino no van a ningún sitio, pero les da votos, a todos; a unos y a otros. Eso sí lo saben. Y París bien vale una misa.

Ya sé que es muy duro lo que acabo de decir, pero es que me resisto a pensar que sean tan cortos, tan simples, que no se den cuenta de que nada están resolviendo por el camino que van. Y entre tontos o mala gente, me inclino a pensar que los que han llegado allá arriba no pueden ser tontos; son pues mala gente.

Y hablo de ellos porque en esto hay un ellos y un nosotros. Y todos somos culpables de lo que está pasando. Unos, ellos, por convertir un grave y triste problema en moneda de cambio de los sucios negocios de la política; y otros, nosotros, por no hablar, por no plantar cara por miedo al qué dirán, porque no me tachen de ser de esta o aquella ideología, porque no me etiqueten.

Mientras tanto el problema seguirá, incluso puede ir a más, por culpa de todos, y subrayo lo de todos. Unos por acción y otros por omisión.

Yo no quiero sentirme culpable de esta lacra social, como les gusta decir. Pero sólo puedo hablar, por eso hablo.

No vamos por buen camino.

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