Hoy es
un día especial. La Olivia cumple 30 años, y está tan fresca. Por fuera, a
causa de vivir a la intemperie, está un poco estropeadilla, no demasiado, pero
sigue siendo tan potente y fogosa como el primer día.
Seguimos
yendo al monte con frecuencia. Ella se queda esperándome al sol, o a la sombra,
según se tercie, o de noche, y cuando vuelvo, a la primera se pone enseguida en
marcha para devolverme a casa.
Estoy
hablando de un coche, claro, al que llamo Olivia porque el primero que tuve en
mi vida era verde oliva; un opel corsa. El segundo fue gris, también opel corsa,
y el tercero este, rojillo, otra vez opel corsa. Todos se han llamado Olivia, más exactamente La Olivia.
No le exijo ya demasiado, pues muchos y buenos
han sido los servicios prestados a lo largo de estos años. Ya no hace viajes
largos y por la autovía no le hago ir a más de 120 Km/h. En verano y en
invierno arranca siempre a la primera. Y no hace ruidos extraños más que alguna
que otra vez. Y de momento pasa todas sus revisiones anuales.
Ha
andado muchos caminos, ha abierto muchas veredas, ha navegado en cien mares y atracado
en cien riberas, parafraseando a Machado. Mucha gente ha pasado horas y horas
en su pequeño habitáculo. Gran parte de España, los Pirineos y hasta los Alpes
han pasado bajo sus ruedas. Sol abrasador, lluvias intensas, granizadas,
grandes nevadas… Toda una vida.
Por
todo esto, hoy le digo, ¡felicidades Olivia, en tu 30 cumpleaños!
Y
comparto, a modo de regalo, un vídeo que le ha dedicado nuestro amigo Salva
Navarro, el de Paddock, para entendernos. Gracias Salva, en nuestro nombre y el
de La Olivia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario