Ha
publicado Pérez-Reverte en el XL Semanal de ayer domingo, un artículo que
titula Para qué necesito un rey, y con
el que estoy, lamentablemente en algunos aspectos, muy de acuerdo. Pongo al
final de la entrada el enlace para que podáis leerlo entero, pero no me he
resistido a transcribir el último párrafo de dicho artículo en el que habla de
Felipe VI. Cierta y preciosa descripción de nuestro Rey.
Felipe
VI es un hombre sereno y formado. Irreprochable hasta hoy, mucho más Grecia que
Borbón. Estoy convencido de que es una buena persona y un sujeto honrado, y
nada hay hasta ahora que me induzca a pensar lo contrario. Creo que es un buen
tío, como solemos decir; y nadie que haya cambiado con él dos palabras afirmará
lo contrario. Ama a España y cree de verdad ser útil para preservarla en
tiempos de tormenta. Hace lo que puede y lo que le dejan hacer. Y en mi opinión
es el único dique que nos queda frente al disparate y el putiferio en que puede
convertirse esto si nos descuidamos un poco más. Se lo dije una vez: es usted
un asunto de simple utilidad pública, señor. Que no es poco, tratándose de
España. La delgada línea roja. Dije esto y sonrió como suele hacerlo, bondadoso
y prudente. Y todavía lo quise más por esa sonrisa.
A
continuación tenéis el enlace Artículo completo.
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