FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

martes, 4 de diciembre de 2012

Ideas para educar. 3.2 Control de la familia extensa



1.-CONOCER:
1.1 ¿Qué es realmente un niño?

2.-PREVENIR:
2.1 Desde la cuna.

3.-INTERVENIR:
3.1 Acuerdo total papá-mamá.
3.2 Control de la familia extensa.
3.3 Control de otros agentes educativos.
3.4 Coherencia en nosotros. Hacer lo que decimos.
3.5 Normas claras y concretas. Las precisas.
3.6 Hablar poco. “No comerle el coco”.
3.7 Ignorar conductas no deseadas. Reforzar las deseadas.
3.8 No mostrar que controla nuestro estado de ánimo.
3.9 No exigirle lo que no somos capaces de hacer nosotros.
3.10 Valorar si vale la pena “entrar en combate”.

Esto del control de la familia extensa, abuelos, tíos, primos..., puede sonar un poco extraño, pero pienso que es también necesario y muy importante.

Está claro que cada familia es un mundo, y que las relaciones que se establecen entre las personas de un determinado entorno familiar son muy complejas. Es por esto, por lo que los padres deben saber quiénes, de qué manera y en qué medida, están influyendo en los niños, y aprovechar estas influencias cuando son beneficiosas, o limitarlas o incluso bloquearlas cuando son perjudiciales.

Y en ocasiones sucederá que determinar si son beneficiosas o perjudiciales, no será fácil, y entonces, como decíamos en el punto 3.1, habrá que hablar, dialogar y consensuar en pareja.

De tener esto en cuenta y tomárselo en serio, se pueden desprender interesantes conclusiones que pueden, en muchos casos, hasta modificar los hábitos familiares.

Pero hoy en día, no podemos hablar de este tema sin tratar la situación más frecuente que en referencia a estas cuestiones se da en muchas familias. La necesidad de que los niños estén con los abuelos cuando no están en el “cole”. Los papás llegan siempre tarde o muy tarde, trabajan a turnos, viajan mucho, etc… Hay mil causas, y muchas inevitables. Se encargan los abuelos, claro. ¿Qué pasa entonces? Pues pueden pasar dos cosas. Y debemos fijarnos en qué pasa.

Primera. Que nos guste cómo lo hacen y además estén en nuestra línea educativa. Muy bien. Hay que agradecérselo. Entonces habrá que contar de verdad con ellos, pues son agentes educativos en “primera línea de combate”. Hay que incluirlos en el diálogo y el consenso. 

Segunda. Que no nos guste cómo educan, por el motivo que sea. Quizá porque no saben hacerlo de otra manera o quizá porque no pueden. Pero no tenemos más remedio que dejarlos con ellos, y si encima les ponemos condiciones…pues pueden mandarnos a freír espárragos. ¡Qué mal lo tenemos entonces! Deberemos intentar llegar a acuerdos mínimos, ceder todos un poco,  buscar a alguien que nos pueda ayudar. Siempre deberemos pensar en el bien del niño.

Y en ambos casos, nos guste o no cómo lo hacen, tengamos claro que no es su obligación. Ellos ya educaron, ya cumplieron mejor o peor. Su derecho ahora, en tantos casos negado, es disfrutar de los nietos, porque cuando papá y mamá están ahí, actuando como tal, los abuelos pueden permitirse el lujo de hacerlo, de disfrutar de nieto; de gozar de esa complicidad con él, que no tuvieron con el hijo, no tocaba. Esa complicidad que les lleva a hacer esas pequeñas cosas que quedan entre abuelos y nietos, y que les hacen felices.

Hoy hay demasiados abuelos sin nieto y nietos sin abuelo aunque pasen el día juntos. Es que nos lo hemos montado muy, pero que muy mal.

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