FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

miércoles, 8 de mayo de 2013

2ª carta abierta a la Señora "Consellera" de Medio Ambiente.

Doña Isabel, ¿ha visto que bonita está este año la primavera en Alcublas? Pues así, en muchos, muchos sitios...

Honorable Sra. Isabel Bonig Trigueros,
Consellera de infraestructuras, territorio y medio ambiente

Nevó y llovió hace poco. ¡Qué bien! Pero lo bueno pasó pronto. Hoy, un viento caliente, seco, recio, ha vuelto a recordarnos que el monstruo está ahí, agazapado, esperando el momento para atacar…
Muy honorable y dignísima Señora Consellera, legión de técnicos, asesores y administrativos que están a su servicio, ¿qué están haciendo para que cuando ataque de verdad el monstruo, que atacará, y no un día solo, sino dos, tres, cuatro…no tengamos nuevas catástrofes irreparables?
Soy consciente de que no lo tiene fácil. En realidad nadie le ayuda, o casi nadie. Las decisiones equivocadas tomadas desde hace mucho tiempo, han generado los problemas con los que ahora usted tiene que lidiar. ¿Lo sabe, es consciente de que usted juega con desventaja?
Le voy a enumerar, lo que a mi juicio son las raíces del problema que a usted le piden que resuelva. Son cínicos, muchos de sus compañeros. Cínicos e insensatos.
Primero. Una ley de educación que ha vaciado los pueblos. Que fuerza a muchas familias a trasladarse al pueblo grande o la ciudad para evitar el autobús escolar, desde los doce añitos, que es un riesgo diario y un problema.
Segundo. Una asistencia sanitaria que fomenta grandes hospitales, dejando a los núcleos rurales con servicios mínimos. Si hay una urgencia te quedas en el camino. ¿Serían tan caros unos cuantos helicópteros medicalizados? Si tienes un accidente en Pirineos llegas antes al hospital que si lo tienes en cualquier pueblo de la Serranía.
Tercero. Un abandono de las tareas agrícolas, lo que conduce a la desaparición de muchos cultivos y al asilvestramiento de grandes superficies. Y además una infrautilización de los productos sobrantes del monte, en lugar de explotarlos como biomasa para producir energía, por ejemplo.
Cuarto. Unas leyes estúpidas, que no castigan al delincuente ecológico, al pirómano enfermo, o al imbécil de la barbacoa, o de la quema de rastrojos un día de poniente. Tengo clarísimo que quien provoca un incendio forestal, debería ser juzgado por crímenes contra la humanidad. Y pagar íntegramente una durísima condena. Aunque diga, ¡ay, es que no lo pensé! Imbécil, más que imbécil, pues haberlo pensado.
Quinto. La falta de una estrategia seria que permita una respuesta inmediata ante la emergencia forestal. Retenes permanentes, hidroaviones listos para despegar, brigadas locales de vigilancia formadas por gente del pueblo, control de los individuos que sabemos sospechosos, prohibición temporal de acceso a zonas forestales, coordinación permanente entre guardia civil, policía local y bomberos…
Y hay más causas, pero por hoy ya basta. ¿Ve usted, honorabilísima Señora Consellera, cómo todo esto no depende de usted, pero es usted quien paga los platos rotos? Le piden que ponga parches a una situación cuyas causas son mucho, mucho más profundas y complejas de lo que parece. Pero al menos, póngalos. No puede hacer más que eso, poner parches, hasta que algún día, si llega ese día, nos demos cuenta que por este camino, al menos en esta tierra, vamos al desastre, al desierto, a ninguna sitio donde valga la pena vivir.
Y mañana, el monstruo seguirá recordándonos que está ahí, que sigue esperando, y que vienen meses buenos, muy buenos para destruir, mientras nos refrescamos en la playa o en los centros comerciales con el aire acondicionado.

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