FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 18 de mayo de 2013

¡Bendito mal tiempo!

¡Qué bonito!¡qué maravilla! Llueve, sale el sol, vuelve a llover, hace frío, nieva en las montañas…y estamos a 18 de mayo. Esta noche, hemos puesto la estufa en casa. Esto es lo que yo llamo buen tiempo. Ahora sí hace buen tiempo. La primavera se está vengando de un invierno horrible, asquerosamente seco, repugnantemente cálido e insufriblemente ventoso. Sí, lo de ahora, sí es hacer buen tiempo.
Y como respuesta a esta justicia natural, el monte está que explota de vida. Verde, húmedo, lleno de flores. El frío y el agua han creado y mantienen en él, una belleza  exuberante, indescriptible.
¿Y el cielo?, ¡cómo está el cielo estos días! No tiene desperdicio. Azules intensos que parecen irreales, nubes oscuras, desgarradas, que dan miedo con sólo mirarlas, cortinas de agua difuminando el paisaje. Amaneceres y atardeceres extrañamente luminosos, o inexplicablemente oscuros. Y todo en constante y rápida transformación.
¡Qué buen tiempo está haciendo este mes de Mayo! Pero claro, la gente dice que hace mal tiempo, que cuándo vendrá el verano. El sol abrasador, la sequía, los vientos secos… El buen tiempo…¡Cómo nos estamos alejando de la naturaleza!¡cómo estamos perdiendo el norte!
Yo, en nombre de la empobrecida, maltrecha y vulnerable naturaleza de mi tierra, bendigo este "mal tiempo" que nos está regalando esta primavera. En nombre de nuestras montañas, nuestros barrancos, nuestros ríos y arroyos, nuestros árboles y plantas, nuestros campos, bendigo las tormentas y sus vientos recios, los chubascos, el frío, la nieve que aún cae en nuestras cimas más altas, el viento húmedo de levante, el cielo gris, el sol, sólo de vez en cuando…
Y temo al verano. ¡Qué miedo me da el verano!¡qué miedo me da el buen tiempo!


Este arroyo es nuestro, está cerca de casa. Y está porque llueve.
Su agua limpia, sus saltos, su música son una fiesta.
Las flores salen por todas partes.
Los contrastes de colores deslumbran.
Auténticos ramos naturales decoran para nadie.
Otras veces, los aromas, como el de la madreselva, acompañan nuestro caminar.
Y el cielo, siempre cambiante, nos hechiza.
¿Nos mojaremos? Hace frío, pero da igual.
Bendito frío, benditas nubes.
Y el camino sigue, entre flores.
Y la montaña entera es una fiesta de color y de vida. ¿Es esto mal tiempo?

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