FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

domingo, 5 de mayo de 2013

Gracias, mamá.


Es bonito el mes de mayo por estas latitudes, y es bonito que el primer domingo de mayo sea el Día de la Madre.
Hoy es un día para reconocer y agradecer, y para alegrarse si realmente podemos reconocer y agradecer pues, tristemente, no todo el mundo puede hacerlo.
Yo doy gracias a Dios, pues en mi caso sí puedo agradecer a manos llenas muchas cosas a mi madre; voy a decir algunas. Voy a decirte algunas mamá, y públicamente, ¿por qué no?
Primero gracias por la vida. Y por haberme enseñado con el papá a amarla. Por enseñarme las montañas y las flores, que tanto te gustan, y te siguen gustando. Por el viajar, al principio en un 600, los cinco amontonaditos. Por el almuerzo o el aperitivo en el barete, y la comida en el restaurante, cuando se podía. Por la música y la literatura…
También he de agradecerte la Fe. Esa Fe que yo a veces no entendía, y cuya celebración incluso me aburría, pero que ha impregnado profundamente toda tu vida, y junto al papá me  has transmitido.
Y gracias por la libertad. El aceptar mis viajes en solitario al Pirineo, cuando no había móviles, y estabais cuatro, cinco, seis días sin saber nada de mí, ni yo de nadie. Ahora entiendo lo mal que lo pasaríais. Pero respetabais mi libertad. ¡Qué difícil!
Por el cariño, el apoyo, la confianza ciega. El estar ahí para lo que sea. Cuando aprobaba y cuando suspendía; suspendía más que aprobaba, y seguíais creyendo en mí. Hasta que llegué al universidad… y todo cambió.
Por la disponibilidad, cuando de repente tenías que preparar cinco bocadillos, para los amigos, o coser un montón de pañoletas…
Por el testimonio de amor fiel, maduro, intenso, al papá, tu esposo de toda la vida, hasta que, poco antes de las bodas de oro, marchó a la casa del Padre. Y sé que aún ahora sigues queriéndole mucho, como él te quiso. El amor, más fuerte que la muerte. Vuestro matrimonio ha sido para nosotros una luz clara y limpia que ha iluminado toda nuestra vida.
El haber sido mamá. La mamá que te prepara el almuerzo, que de pequeño te acompaña al “cole”, que te ayuda a hacer los deberes, que está contigo cuando estás malito. La mamá que prepara la comida y la cena y tiene siempre la casa a punto.
Y muchas, muchas más cosas, algunas muy íntimas, que en la intimidad deben seguir.
Por todo ello, muchas, muchas gracias.
Y hoy, de un modo particular, por una dedicatoria que me escribiste en un Nuevo Testamento que sigo conservando, hace muchos años, cuando estaba yo mareado con eso de qué hacer con mi vida. No sé si te acuerdas. Dice así:
“Jesusito mío, te quiero mucho y estoy plenamente convencida, que sea el camino que sea, será el que el Señor ha escogido para ti. Acógelo con agrado.
  Tu mamá.”
Por todo ésto y más, hoy te doy las gracias. Por la vida regalada, por la Fe transmitida, por la libertada respetada, por el apoyo constante, por la disponibilidad cotidiana, por tu amor inquebrantable al papá, por haber sido mamá, por seguir siendo mamá…
Sí, por tu alegría de vivir, por tu entrega sin reservas, por el pleno sentido de tu vida,

Gracias.

                               Tu hijo Jesús.


No hay comentarios:

Publicar un comentario