FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

lunes, 13 de mayo de 2013

Garmo Negro, un tresmil fácil. Mayo de 2011.

Garmo Negro desde el Balneario con teleobjetivo.
Miguel Ángel, José Ángel y Pepe.
Llegando al collado entre Argualas y Garmo Negro.
Miguel Ángel, José Ángel y Pepe en la cima.
Arista cimera del Garmo Negro.
Macizos de Balaitús, a la izquierda , y de los Infiernos, a la derecha , desde la arista cimera.
Ladera sur del Garmo Negro.
Desde el Balneario, Argualas y Garmo Negro, bajo la tormenta.
           El Garmo Negro es un tresmil fácil, cómodo y espectacular. No obstante, hay que tener presente que cuando hay mucha nieve, la ruta pasa por algunas zonas expuestas a aludes, incluso a grandes aludes y que en verano, sin nieve, los últimos trescientos o cuatrocientos metros son duros por el terreno inclinado y descompuesto.
Es por esto que, cuando más bien se sube es justamente en los meses de primavera, cuando aún hay mucha nieve, pero ya no se nos va a caer encima. Entonces es una ascensión preciosa. Eso sí, suelen ser útiles los crampones y no hay que tener miedo a las laderas nevadas y empinadas.
Salimos aún de noche del Balneario de Panticosa, un sábado de mayo de 2011, Pepe, Miguel Ángel, José Ángel y yo. Las damas y los retoños dormían en esos momentos, apaciblemente, en una de las casas del agradabilísimo apartotel de Piedrafita de Jaca llamado Piedrafita Lodge.
Nosotros ascendíamos hacia la cumbre, angelicalmente, primero por el bosque, y luego por prados y rocas hasta llegar a la nieve, bajo un cielo azul que poco a poco dejó de serlo.
Una corta y bonita arista nos dejó en la cima, una cima con un panorama extraordinario, cuando ya estaba claro que acabaría montándose una tormenta. Eso le puso emoción al descenso. ¿Nos pillará, no nos pillará?
Y no nos pilló. Nos dio el tiempo justo de hacer las fotos de rigor, ya que la vista bien lo merece, bajar, reencontrarnos con la familia que amorosamente nos esperaba, tomarnos un cervezón y unos bocadillos en La Casa de Piedra y meternos corriendo en los coches.
El Garmo Negro, al que habíamos visto recortarse limpio en la mañana, en un cielo perfectamente azul, se veía ahora imponente. Envuelto en la tormenta se veía más alto, más lejano, más inaccesible...
Sí, fue una bonita ascensión.

Notas:

Si quieres ver el álbum de fotos de la ascensión pulsa  Garmo Negro. Un tresmil fácil.
Si quieres el track pulsa Garmo Negro. 21 de mayo de 2011.
Si quieres la web del apartotel donde nos hospedamos, vale la pena, pulsa Piedrafita Lodge.

No hay comentarios:

Publicar un comentario