El día de mi cumpleaños, este pasado 15 de noviembre,
Isabel me organizó una bonita fiesta. La fiesta no era sorpresa, pero sí lo
eran el dónde y el cómo. Como es habitual en ella, cuidó todos los detalles y
realmente consiguió su objetivo. Fue divertida, amable y entrañable.
Pero de entre los muchos detalles que tuvo en cuenta
hubo uno que me resultó especialmente evocador. Se ocupó de que el vino fuera
de Fuente la Higuera. Icono , un tinto que me
gusta mucho y además que es de ese pueblo que tan hondo tengo en mi memoria y
del que tan gratísimos recuerdos guardo.
Y de esa sabia manera, plantó en el centro de mis
sesenta años recién cumplidos, los recuerdos más gratos de mi infancia.
Fuente la
Higuera es mi Moguer particular. Cuando leo Platero y yo, uno de "mis libros de
cabecera", me voy inevitablemente allí, y me dejo envolver por los recuerdos.
Podría situar muchos capítulos del libro en lugares concretos, algunos de los
cuales aún existen, otros ya no…
Porque el paisaje de Fuente la Higuera , debido a su
estratégica situación geográfica, ha cambiado mucho, y sigue cambiando.
Carreteras, autovías, vías férreas han troceado el terreno cuarteando esa
extensión de campos y montes que
disfrutaba de niño desde Santa Bárbara, o mejor aún desde el Capurucho.
Rincones que han ido cambiado con el tiempo, como yo,
como todos, pero que si cierro los ojos, los veo tal cual eran hace más de
medio siglo. Huelo el tomillo, el romero y el espliego. Los carros cargados de
uva, y los sarmientos ardiendo en casa a la hora de la cena, para asar el
embutido y las chuletas, son aromas que me llevan atrás en el tiempo y de los
que me encanta seguir disfrutando.
Y la luz de septiembre, y el frío al salir de la
novena, y ese calor y ese olor a casa de pueblo de entonces, que me parece aún
hoy, el mejor de los perfumes. Y la música envolvente de la Dançà , con el tío Vicente
corriendo de aquí para allá…
Por eso, ese vino, que regó la muy buena cena que el
catering de Simó nos ofreció, estuvo bien puesto allí. Con él vinieron a mí hondos y hermosos recuerdos, y con él brindamos por el pasado, el
presente y el futuro.
La Balseta Pijirri. |
Ermita de Santa Bárbara. |
El pueblo desde las subida a la ermita.Delante mismo la autovía en construcción. |
Atrio de la ermita. |
La campana de la ermita. |
Perspectiva de los campos desde santa Bárbara. |
Otra bonita perspectiva. |
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