FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

viernes, 14 de abril de 2017

Oración para un Viernes Santo.


Deja Señor que te vea
maltratado, abandonado, solo
a las puertas de la muerte.
Deja Señor que vea a María,
impotente ante el dolor,
junto a Ti, al pie de la Cruz.
Déjame esta tarde contemplar
la desoladora y tristísima escena.

Y ayúdame así a entender
por qué estás ahí y de esa manera,
como un triste despojo.
Tú, el Hijo de Dios Padre,
Tú, el Hijo de Dios
Creador del Universo.
Tú, que nada malo hiciste,
tratado como escoria.
Tú, que tenías poder para evitarlo,
bebiendo hasta el final
tan amargo cáliz.

Déjame contemplarte
y ayúdame a entenderte,
porque intuyo, Señor,
desde mi débil fe,
que ahí está la respuesta
que busco ansioso
en las noches oscuras de mi vida.
Déjame contemplarte
y ayúdame a entenderte
y transforma en certeza
mi intuición,
porque en el fondo de mi ser
quiero creer,
creo, entre brumas,
que es la única repuesta posible,
la única respuesta que
me puede dar un rayo de luz,
una bocanada de esperanza,
el coraje para seguir amando
y la paz, Señor,
la paz que tanto necesito.

Déjame contarte
con mis pobres palabras
mis limitaciones y esclavitudes,
mis miedos y mis angustias,
mis demasiados errores,
mis muchos fracasos.
Déjame contarte
con mis palabras pobres
todo el daño que me han hecho.
Las injusticias que he sufrido,
los golpes duros del desprecio,
el dolor hondo de la indiferencia.
Déjame contarte
con mis pobres palabras
la tristeza intensa de ver sufrir
por tu causa a quien te quiere,
como por ti sufrió María.

Te lo he contado.

Ahora mírame, abrázame,
da así sentido a mi dolor,
y dame luz para que entienda
los extraños vericuetos de mi vida,
para que entienda mi propia vida,
mis limitaciones y esclavitudes,
mis miedos y mis angustias,
mis demasiados errores,
mis muchos fracasos.
Esperanza para creer de verdad
que tras la honda tristeza del viernes 
y el silencio del sábado, frío y hueco,
llegará la alegría inmensa del domingo.
Coraje para amar cuando
todo mi ser hierve en ira contenida.
Paz para que pueda
aceptarme, perdonarme y transformarme.
Paz para que pueda perdonarles
como Tú hiciste,
porque no saben lo que hacen,
porque, a menudo,
no sabemos lo que hacemos.
Y no dejar así lugar
ni al odio, ni al rencor,
ni al cansancio de la vida.

Esta tarde de viernes
te pido, Señor,
te ruego desde lo hondo
luz,
esperanza,
coraje para amar
y paz.
Te lo pido desde mi humilde cruz
al pie de Tu Cruz, Señor.
Junto a Tu madre, Señor,
junto a mi madre.
Amén.

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