Poco
bombo y menos platillo se le ha dado al cese, forzado por el Gobierno, del
presidente de RTVE, alegando que ha perdido su confianza. Y ya está, así de
claro.
Y
todos tan contentos.
Es
decir, si no he entendido mal, el principal medio de comunicación audiovisual
del país que debe ser publico, imparcial e independiente, no es ninguna de las
tres cosas. Es estatal, parcial y dependiente del Gobierno y de los partidos
que lo sustentan.
¿Dónde
está la prensa libre, dónde la democracia?
Una
intervención directa y a cara descubierta del poder ejecutivo en la libertad de
prensa sólo se entiende en regímenes totalitarios. En dictaduras. Y esto es
indiscutible por evidente.
¿Es
hacia ahí hacia donde vamos? Hace tiempo que sí, creo yo, pero veo que cada vez con menos sutileza.
Y
todos tan contentos.
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