FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

viernes, 2 de septiembre de 2022

Y apareció en la niebla.

Salí muy temprano, con las primeras luces del alba, en medio de una densa niebla. Mi objetivo y mi esperanza era salir por encima de las nubes en el momento del amanecer.

Hacía frío y la humedad reinante pronto me empapó la ropa. Además soplaba un vientecillo del noroeste bastante molesto. No se estaba bien en la montaña aquella mañana.

La primera cima a la que llegué seguía envuelta en niebla. La segunda, más alta, también. Y en la tercera tampoco se veía nada. Niebla, viento y frío. Así que, un poco decepcionado, me dispuse a regresar; no tenía tiempo para seguir por la cresta que en algún momento emergería sobre las nubes…

Y entonces sucedió.

Sentí una súbita claridad por el este y vi como el sol, muy bajo, pugnaba por hacerse sitio aquella mañana en la montaña. Y me dije, va a aparecer, va aparecer. Sabía que se estaban dando las circunstancias para que apareciera. Sería la cuarta vez que lo veía en mi vida, y siempre es toda una experiencia.

Miré al oeste y allí estaba, el espectro de Brocken.

Era la vez que más claro y perfecto lo veía. Fue fugaz la aparición, pero me dio tiempo a fotografiarlo mientras gozaba el momento intensamente. Gozo que llegó al éxtasis cuando repentinamente la aparición se disolvió y me vi en la cima bajo el cielo azul, sobre un inmenso mar de nubes fluyendo a mis pies, deslizándose de poniente a levante.

Hasta aquí la narración de un momento mágico. Ahora la explicación científica, porque el espectro de Brocken no es un fantasma ni un mensaje del Más Allá, es un efecto óptico que se produce en montaña, especialmente en alta montaña.

Es raro de ver porque tienen que coincidir varios factores para que se produzca. El sol debe estar muy bajo, al amanecer o al atardecer y en una posición concreta respecto al observador; debe haber niebla, ni mucha ni poca; debe haber montañas o nubes que hagan de pantalla; y debe estar el montañero en una cima o cresta. Sí, varios “debe” que cuando coinciden regalan al afortunado que estaba allí y en aquel momento ese espectáculo ciertamente impresionante.

Fue dura la ascensión aquel día, pero qué gran recompensa cuando ya creía que no iba a ver más que niebla y más niebla. Se hizo la luz. El espectro de Brocken, el mar de nubes a mis pies, las montañas surgiendo sobre él, el sol, y el cielo azul.

Pensé si no es así la vida después de todo, aunque nos cueste creer que algún día se disipará la niebla. Pensé si toda aquella arrolladora belleza, en verdad sí que es un mensaje del Más Allá.






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