Desde
nuestras montañetas, pequeñitas ellas, pero muy bonitas, podemos disfrutar de
muy interesantes y hermosos panoramas. Y aunque he andado muchas veces por
ellas, siempre encuentro motivos diferentes para admirar, contemplar y
fotografiar, si ello es posible, porque a veces sucede que hay momentos que
escapan a la mejor de las cámaras fotográficas, y sólo los podemos guardar en
nuestra memoria.
Bien,
voy compartir hoy una foto que hice uno de estos días de poniente, con la
atmósfera muy limpia. Tras los pinos aparece la ciudad de Valencia, como si
estuviera ahí mismo pero por debajo, como realmente está.
Destacan
a la derecha las grúas del puerto, y a la izquierda algunas construcciones de
la zona de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Es bonito,
pero si esperas a que llegue la noche, el manto de luces a tus pies, es
realmente impresionante, pero difícil de fotografiar, porque solo sale eso, un
manto de luces. Hay que estar allá arriba para disfrutarlo de verdad.
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