De las
fotos de la anterior entrada hay una que me llama poderosamente la atención. Es
la que esa persona está al pie de la cruz, con los brazos elevados a lo alto,
en lo que parece un claro signo de oración. Y cuando hice la foto no vi nada de
eso, solo el perfil de la montaña contra el crepúsculo, y minúscula y lejana la
silueta de esa cruz.
Comparto
ahora esa foto, acercando más la imagen, y la acompaño con los primeros
versículos del salmo 141, que parece estar escrito para ese momento que
fotografié sin saberlo.
A ti clamo, Señor: ¡ven pronto!,
¡escucha mi voz cuando te invoco!
Sea mi oración como incienso en tu presencia,
y mis manos levantadas, como ofrenda de la tarde.
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