Pedid
que os la corten a trocitos, la oreja ¡claro!, y así os ahorraréis la faena de
hacerlo en casa. Por lo demás, la receta es fácil y el resultado sabroso y
polivalente.
Ingredientes
para una oreja con parte de la cara. Hablo de un cerdo.
La
susodicha oreja debidamente troceada.
Media
cebolla.
Tres o
cuatro ajos.
Una
cuchara sopera rasa de pimentón dulce.
Pimienta
negra en polvo.
Un par
de hojas de laurel.
Aceite
y sal.
Empezaremos
por cocer la oreja con agua abundante, sal y el laurel, en la olla a presión,
unos tres cuartos de hora. Pasados estos, separaremos la oreja del caldo, que
reservaremos.
A
continuación pocharemos la cebolla y los ajos en una cazuela (yo la utilizo de
barro) y cuando ya estén bien pochos, echaremos el pimentón y enseguida un vaso
del caldo reservado, para que no se queme.
Poco
más queda. Añadir la oreja, más caldo y la pimienta, y cocer a fuego medio
hasta que reduzca a gusto del consumidor. A mí me gusta que quede espesito.
Hasta
aquí tendremos una estupenda tapa que, como aperitivo, queda muy bien. Pero aún
hay más, porque si no lo queríamos como tapa, sino como plato principal, cogeremos
un bote de garbanzos o alubias, blancas o rojas, y lo añadiremos a la cazuela
junto con el caldo que aún nos debe quedar. Y seguiremos cociendo unos veinte
minutitos.
Degustaremos
un plato sabroso, potente, ideal para días fríos. Un plato que llama a gritos a
un buen vino y pide también tener el agua cerca. Y mejor para comer que para
cenar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario