A nuestra sobrina Martina le propusieron en el colegio participar en un certamen literario. Que nosotros sepamos nunca había escrito una poesía, y si lo había hecho se había quedado en lo privado. Pues bien, se ha presentado en la modalidad poesía, categoría juvenil. El poema, escrito a sus 16 años, nos parece precioso. Por eso, con nuestra pública enhorabuena, lo comparto.
MI
VIEJO LIBRO
Sensaciones,
sueños,
deseos, anhelos,
inquietud,
atracción, misterio.
Cuando
te huelo…
vuelvo
a la niñez,
a
sentarme en aquel banco de piedra,
a
escuchar el sonido del agua de la fuente,
a
esperar la llamada de mamá para volver a casa.
Cuando
te acaricio…
te
siento viejo y desgastado
y me
emociono al recordar
tantas
cosas que me hiciste vivir
cuando
tu piel lisa y brillante
solo
me anunciaba cansancio
y no
me apetecía empezar nuestra historia,
seguir
contigo, caminar juntos,
dejarme
llevar por ti.
¡Menos
mal que no seguí mis instintos entonces!
¡Qué
suerte decidirme por ti!
Cuando
te miro…
¡ay,
cuando te miro!
No
puedo evitar la emoción de recorrerte
de
arriba abajo,
de
izquierda a derecha.
No
quiero evitar recorrerte entero,
quiero
saber todo de ti,
quiero
entrar
y
sentirte,
y
entenderte,
y
dejar que me hagas feliz.
Cuando
te oigo…
¡y no
es fácil!
escucho
a tantas personas,
vivo
tantas experiencias,
aprendo
tanto contigo
sólo
escuchándote.
Deseo
hacerlo siempre.
Cuando
te oigo,
pierdo
el sentido del tiempo.
¡Y es
tan fácil!
Cuando
te pruebo…
tomo
el mejor alimento posible,
vivo
llena de energía,
y
quiero que llegue el siguiente momento del día
para
seguir tomando mi dosis,
alimentándome
de ti.
Sí.
Te
quiero.
Quiero
estar contigo. Sentir contigo.
Anhelar,
inquietarme, soñar contigo.
Quiero
vivir nuevas aventuras.
Contigo.
Y
sufrir.
Contigo.
Necesito leerte.
Quiero leerte.
Mi vida es siempre mejor contigo.
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