FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

domingo, 23 de noviembre de 2014

No se trata de ser un gran músico...


Ya el año pasado escribí unas líneas tras disfrutar del concierto de Santa Cecilia. Este año vuelvo a hacerlo, agradeciéndote de antemano a ti y a la banda los regalos que nos hacéis con vuestro trabajo callado y constante.
Es muy bonito ver cómo entran nuevos músicos, cómo vuelven los que por el devenir de la vida tuvieron que irse, cómo os recuerdan muchos de los que estuvieron y ya no pueden estar. Es bonito ver a la banda viva.
Y es muy bonito también, ya te lo he dicho muchas veces, esa capacidad que tenéis entre todos de hacer algo tan hermoso como interpretar, por ejemplo, esa Canción del olvido que a más de uno hizo saltar las lágrimas.
Sois muchos y diferentes unidos por algo tan grande como es la música. Y no me canso de decirlo. Lo vuestro es un trabajo de todos. Es un trabajo en equipo verdaderamente modélico.
Y ver esto es lo que en este momento de mi vida más me toca la fibra. Tú, y me alegro de verdad por ti, gozas del inmenso placer de ver cómo al conjuro de tu batuta, de la diversidad, diferentes edades, sexos, instrumentos, surge una armonía como la de ayer. Debe ser maravilloso saberse capaz de obrar este prodigio. Tiene algo de divino. Disfrútalo, tú que puedes.
La grandeza de cada uno de tus músicos y la tuya propia, está en hacer cada uno su tarea lo mejor posible, no para que le vean a él, sino para que todo suene mejor. Tú, y es bueno y justo hacerlo, destacas a quien lo ha merecido después de cada pieza, pero estoy seguro de que el virtuosismo del que haces levantar para recibir la merecida ovación, es grande en la medida que hace grande a la banda, en la medida que os hace grandes a todos.
No se trata de ser un gran músico, sino de ser músico de una gran banda, y para eso, sólo para eso, hay que ser un gran músico. Porque ser un gran músico, aunque lo seas, sólo para brillar en todo tu esplendor, será vanidad, triste y estéril vanidad.
Por los hermosos frutos de vuestro trabajo veo que esto lo tenéis claro. Por eso os doy la enhorabuena. Por eso te doy la enhorabuena y me alegro por ti, Pascualín. Por ser capaz de convertir tu batuta en la varita mágica, se parecen tanto, capaz de obrar ese prodigio del que disfrutamos ayer.

¡Gózalo! Lo mereces y sepas que te envidio, en eso te envidio.

Una vez más, a ti y a la banda, ¡gracias!

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