Quousque tandem abutere, Sra. Catalá, patientia nostra?

Quousque tandem abutere, Sra. Catalá, patientia nostra? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo abusará, Sra. Catalá, de nuestra paciencia?

No a nosotros, no, sino a los chavales está reventando. Les quita la oportunidad de septiembre, tan necesaria para aquellos a los que más les cuesta. Impone un calendario escolar absurdo, contrario a nuestras condiciones climáticas. Les somete a continuos experimentos pedagógicos sin contrastar sus efectos ni medir sus consecuencias. Se empeña en integraciones imposibles en aras de una educación inclusiva sin los medios necesarios. Amontona a los alumnos en las aulas con ratios inviables. Y ahora, tal día como hoy, anuncia las pruebas diagnósticas, de muy dudosa utilidad, justo a final de curso, coincidiendo con la última evaluación en casi todos los centros. ¡Genial! Eso es gestionar con prudencia y sensatez. Eso es pensar en los chavales.

Y aún podría seguir, pero no quiero hacerlo largo. Sí que le digo, con todos los respetos, ¿es usted consciente de que el sistema educativo del que es responsable está invertebrado y sin norte? ¡Por eso no se aclaran! Pero ¿qué no lo ven? Un sistema incoherente y errático es imposible de gestionar. Y por eso hacen estas cosas. El problema es más hondo que una innegable y evidente mala gestión.

Y otra cosita, y ésta no va dirigida a usted. Va dirigida a cualquiera que de estas líneas intente sacar rentabilidad política, y más ahora. Miedo y vergüenza me dan los que quieren cambiar otra vez, los que claman por otra reforma educativa, así, por la cara. En plan, ¡si gano, por mis huevos que cambio esto! Sería la octava en 35 años. Pónganse de acuerdo de una puñetera vez, ¡hombre! y dejen de marear.

Quousque tandem abutere, Sra. Catalá, patientia nostra? Quousque tandem abutere, Srs. políticos, patientia nostra?