FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Trump y el teorema de la alcachofa.


Aunque me desagrada y me asusta, la victoria de Trump, y además victoria rotunda, no me ha sorprendido. Se veía venir. Sí señor, esto se veía venir. Y más digo, no es más que el comienzo. Veremos lo que pasa en Europa el año que viene. Veremos. Y no sé si estamos a tiempo de evitarlo. Creo que no.
Y creo que no porque me da la impresión de que muchísima gente se ha asustado, indignado, cabreado con la victoria de este impresentable señor, pero temo también que toda esta gente vaya a ser incapaz de analizar y erradicar las causas de esta victoria de algunos que es la derrota de muchos, victoria que es un auténtico desatino histórico. Y ahí está el problema, en las causas, porque DT no estará en la Casa Blanca por casualidad.
Ciertamente, el problema, muy complejo, se podría simplificar, para su mejor entendimiento, con el teorema de la alcachofa. Artichoke theorem. Veámoslo.
El tío Pascasio tiene un huertecito de alcachofas en el camino de Benaguacil, por ejemplo. El buen hombre paga religiosamente su contribución, y todo lo necesario para que sus alcachofitas crezcan hermosas al sol del mediterráneo. Pero el tío Pascasio, este año ha cogido poco más de un tercio, porque se las han birlado una vez más. Y lo peor es que si acaba en el juzgado, el caco igual sale antes que él. Caco al que el guardia civil que lo ha llevado allí, ya conoce de otras ocasiones. Y el tío Pascasio lo sabe.
Si a estos ladrones de campo y “fragoneta” les juntamos los ladrones de oficina y BMW, el paro del hijo, las absurdas fiestas del nieto sin que nadie ponga coto, y un sinfín de ruedas de molino menores con las que tiene que comulgar cada día… Llegamos al punto en el que el tío Pascasio está hasta los mismísimos. Además, el pobre hombre no tiene excesiva cultura. Le pilló la postguerra. Ha trabajado toda la vida. Está harto, decepcionado, indefenso. Siente que sus derechos son mínimos en comparación con los del delincuente, con los de cualquier delincuente. Mínimos en comparación con los que tienen los que vienen de fuera. Mínimos en comparación con los que pertenecen a grupos sociales políticamente correctos o minoritarios, quizá marginales, que han puesto de moda. ¡Vamos! Que se siente, con perdón, en el culo del sistema.
Y entonces aparece un individuo que dice. ¡Ya está bien! Yo os prometo limpiar el gallinero de zorras a cualquier precio. Voy a romper el sistema si hace falta, pero tú, y tú, y tú tendréis pan y circo. Y nadie os molestará, y si os molesta y lo liquidáis, aquí estoy yo para defenderos. Vosotros sois los nuestros. Vosotros sois los buenos.
Y gana las elecciones, ¡claro! Al tío Pascasio nadie más le tocará nunca sus alcachofas. El teorema de la alcachofa. Teorema que puede formularse en los siguientes términos:

TP·Xmillones=DT

En los EEUU debe haber muchos tíos Pascasios para que pasara lo que ha pasado. Aquí también los hay, pero en esto, como en otras muchas cosas, España es diferente. De esta diferencia hablaré en una próxima entrada. Y de las posibles soluciones para evitar semejantes despropósitos, también.

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