FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 17 de diciembre de 2016

Una cadena de solidaridad.


Pasó el otro día, y fue uno de esos momentos que te reconcilian con la humanidad. Un momento fugaz que surgió de un modo tan natural, tan espontáneo, que casi me da miedo describirlo por si, sin querer, lo estropeo de algún modo. Pero os lo voy a contar porque tampoco me parece justo disfrutarlo yo solo.
Andaba por el monte con un grupo de unos cincuenta chavalillos y chavalillas de unos doce o trece años. Junto a mí, iba alguien a quien sabíamos todos que la marcha de doce kilómetros le estaba costando más que a los demás, pero que la estaba haciendo con un esfuerzo, un valor y una alegría, admirables.
Llegados a un punto en que el camino se hacía escarpado, les dije que esperaran para adelantarme, ojearlo, y asegurarme de que era factible pasar por allí. Y lo era, así que les di paso.
Había que ascender un terraplén entre grandes bloques de roca. Enseguida me acordé de mi admirable acompañante que se había quedado, abajo, en el grupo. No tuve tiempo de bajar a ayudarle. Sus compañeros, de un modo rápido, sin que mediara orden alguna por mi parte, formaron un camino por el que ascendió sin ninguna dificultad, de brazo en brazo, de mano en mano, arropada por espontáneas palabras de ánimo.
Desde donde yo estaba la imagen era preciosa, conmovedora. Veía una cadena de solidaridad por la que el grupo se afianzaba como grupo. Yo les había dicho antes de salir, "vamos a andar, juntos, apoyándonos unos a otros, no dejando que nadie se sienta solo." Y lo estaban haciendo de un modo tan natural, tan elegante, tan rotundo... Y sé que no por obediencia al “profe”, no, sino por algo mucho más importante, mucho más profundo, mucho más hermoso. Además, no le dieron al magnífico gesto ninguna importancia. Habían hecho lo que tocaba hacer.
Cierto que les cuesta callar, atienden a días, y a veces hacen tonterías. Después de todo, cada uno es hijo de su padre y de su madre, y algunos llevan ya pesadas mochilas en el camino de su vida. Pero son capaces de hacer cosas tan grandes como éstas sin que nadie se las pida, sin que nadie se lo organice, sin deseo de espectáculo, ni de gratificación alguna. Simplemente porque es mi compañero, mi compañera y ahora me necesita.
Y como me necesita, ahí estoy yo, ahí estamos nosotros, ahí está el grupo. 

¡Gracias chavales!

1 comentario:

  1. Hay esencias que cuando brotan, así, logran mover toda la energía que sabemos existe pero no siempre logra ser vista.
    Hay esencias que cuando brotan moldean los días y a nosotros..la vida.

    Cambian perspectivas y sacan sonrisas. Visten la monotonía y desvisten tanta opacidad y mentira.

    Abrazo de luz

    ResponderEliminar