FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

viernes, 23 de diciembre de 2016

Y mía, la alegría que me da tu gratitud.

Así era la portada del libro que leímos, ¿no? Aún lo tengo.

Sucedió ayer, en la cena de Navidad de del “cole”. Fuimos a Valencia, al restaurante regentado por un antiguo alumno, donde, dicho sea de paso, cenamos muy bien.
Me acordaba perfectamente de él y de su hermana, que también fue alumna, aunque hacía muchísimos años que no les veía. Cuando llegué, después de los saludos pertinentes, me tendió un libro y me pidió que se lo dedicara. Era “El camino” de Miguel Delibes. Quería tenerlo dedicado por mí, el “profe” de lengua con quien lo leyó, con quien lo disfrutó. Y no se le había olvidado.
¡Qué más puede pedir un viejo “profe” de lengua española, ya prejubilado! Quiero agradecerle públicamente a mi alumno este más que bonito gesto. Quiero agradecértelo. No sé si sabrás, amigo, la importancia que tiene para mí lo que hiciste. Además justamente con ese libro, con un libro de Miguel Delibes y en este momento de mi vida.
Me dices, sin palabras, que ha tenido sentido el trabajo que durante 35 años he hecho. Justificas mi vocación de maestro. No puedo pedir más. Sólo agradecer.
Me fui contento a casa y dormí plácidamente. Me dejaste la sensación de haber cumplido con mi deber, de haber sido fiel a mi vocación. Y eso sienta bien, porque también pesan en el alma, cuando miras atrás, los errores cometidos, el cansancio de los años, ciertas ingratitudes, inevitables decepciones. Son las sombras, y aunque afortunadamente veo más luces que sombras, siempre se agradece un buen chorro de luz. Un chorro de luz como el que tú me diste.
Sin embargo, y eso lo hablamos, ¿verdad?, justo el día antes, anteayer, hablaba con la compañera que me ha sustituido, y me dijo que mayoritariamente, el libro de “El camino”, no les había gustado a los alumnos de 3º de ESO, que lo leían este año. Tú lo leíste en lo que ahora es 1º de ESO. Casualidades.
Casualidades que dan mucho que pensar. Pero esto será tema de otra entrada. Hoy, víspera del día de Nochebuena no quiero ponerme serio. Además, no quiero oscurecer estas líneas, quiero que trasmitan la luz limpia de tu gesto.
Tuyo es un ejemplar de “El camino” de Miguel Delibes, dedicado por Isabel y por mí. Nuestra, la experiencia que vivimos juntos con Daniel “el Mochuelo”, con Roque “el Moñigo” y con Germán “el Tiñoso” en aquel pueblecito de montaña. Y mía, la alegría que me da tu gratitud.

1 comentario:

  1. Llego a tu blogs por casualidad navegabdo y buscando por la red. Y, especialmente, esta entrada me atrapa.

    Entiendo la gratitud que se debe sentir al descubrir que la memoria no pliega sus alas y tapa su boca sino que al acercarse y enseñarte ...ese camino... Los pasos desandan lo vivido.

    Yo comencé a escribir gracias a mi profe de lengua y leteratura. Le recuerdo con un cariño especial y espero reencontrarle para agradecer... Por mucho, por todo eso que sólo eres consciente con el paso de los años...en camino.

    Un saludo de luz

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