La
boira (que también se llama así en castellano) tiene la capacidad de trasformar
los paisajes cotidianos haciéndolos extraños, nuevos, desconocidos, inesperados
y sorprendentes.
Esta
mañana una espesa niebla envolvía nuestros campos, montañas y pinares. Con la luz gris
de un amanecer sin sol, caminar por los senderos era como estar muy lejos descubriendo nuevos parajes. Y estaba tan cerca de casa…
Lo
grande parece más grande, y lo pequeño, muchas veces se transforma en delicadas
y efímeras joyas gracias al agua que suavemente se deposita por todas partes.
Es la humilde ternura del agua de la niebla embelleciéndolo todo, como las agujas del enebro
y las hojas del algarrobo.
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