FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

jueves, 2 de marzo de 2023

Un pacto por la naturaleza.

Está bonito así, ¿verdad? Verde, lleno de vida.

Empezó ayer la primavera meteorológica con un  frío bien vivo al que ya no le queda mucho, porque la semana próxima en nada recordará a esta en lo que a temperaturas se refiere.

Es bonita la primavera, y me gusta. El ambiente se templa y el monte es una fiesta. Pero tiene algo que me inquieta, el verano que poco a poco se acerca. Y el verano me da mucho miedo.

Tengo gratos recuerdos de los veranos de mi infancia y juventud, pero cuando empezaron a ser cada vez más duros, y año tras año, el fuego me iba robando rincones muy queridos, empezó a atragantárseme, y ahora, y más después de estos últimos años, no lo soporto y solo deseo que acabe pronto.

Cuando estoy aquí me paso el día mirando el horizonte, temiendo la fatídica columna de humo; cuando estoy fuera, pendiente todos los días de las noticias, y esperando que nunca llegue esa “ponentá” que casi siempre deja tras de sí un rastro de muerte y destrucción.

Porque el problema es que nada se ha hecho, ni se hará, para que no se repitan desastres como el de la Vall de Ebo y el de Bejís, catástrofes medioambientales de dimensiones gigantescas y graves consecuencias, y que curiosamente pronto se olvidan; la gente las tiene in mente mientras son noticia.

Sufrí mucho, estaba en los Pirineos, cuando el fuego arrasaba en Bejís y alrededores parajes muy queridos para mí, de una belleza espectacular, con una fauna y una flora dignas de cualquier parque natural. No he vuelto todavía por allí, no me atrevo.

Por eso, siendo hermosa la primavera, tiene para mí un regusto amargo, la inminencia del verano. Y cuando recorro estos meses esas sendas y esos caminos, aún verdes, pienso a mi pesar que quizá tengan los días contados. Me ha pasado ya tantas veces…

Por lo que he dicho. Porque no han hecho nada, ni harán, para evitar que se repitan los incendios. Sólo decididas intervenciones a largo plazo, profundas reformas en la legislación medioambiental, y una revitalización del mundo rural podrían, a largo plazo, revertir el proceso de destrucción de nuestro patrimonio natural.

Y eso no lo harán; no son capaces.

No os fieis cuando hablan de sostenibilidad, de respeto por la naturaleza, de repoblar la España vaciada. Es solo fachada, humo, mentira. No calméis vuestra conciencia viendo y oyendo campañas de sensibilización, días del árbol, niños plantando pinitos… Es para la galería, trabajo inútil.

Y si alguien duda de lo que digo, no tiene más que salir y ver el monte cómo está, el que aún está vivo quiero decir.

Siento esta entrada tan negra. Pero es que negro es el futuro del verde. Y como ya he dicho nadie lo va a evitar. Al menos mientras los políticos no se tomen en serio el medio ambiente, una cuestión mucho más compleja de lo que parece.

La única prueba fiable de que así lo hicieran sería un pacto por la Naturaleza a nivel nacional. Ni los ayuntamientos, ni siquiera las autonomías, tienen capacidad real de afrontar la situación actual.

¿Los veis capaces?


 

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