No es
ni bueno, ni bonito, ni procedente lo que se nos viene encima este fin de
semana, a no ser que te guste mucho el calor. Porque será eso, un fin de semana
de agosto al principio del otoño. Y lo que es peor, tardará en aflojar, aunque
la burrada sin precedentes de hoy y el domingo será probablemente la despedida
del verano.
Debe
ser que se ha enfadado san Miguel por eso del veranillo y ha dicho, ¿veranillo?
Ahora veréis lo que es bueno, verano puro y duro, nada de veranillo. Máximas
rondando los 35. ¡Qué chulo!
Lo
único bueno es que el viento será variable y flojo y por las noches bajaremos
dos o tres grados de los 20, lo que permitirá dormir. Por lo demás, cielos
despejados y ambiente totalmente estival.
Lo
dicho, improcedente.
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