FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

martes, 21 de octubre de 2014

¿Qué no tienen bastante? Me dan vergüenza.


Me hace sentir vergüenza ajena cuando veo a muchos ídolos, normalmente del deporte, vender su imagen a empresas privadas para que con ella anuncien sus productos. Perfumes, seguros, coches o ropa interior, suelen ser los más frecuentes.
Me imagino que cualquiera de estos señores tendrá ya mucho más dinero del que se puedan gastar en cien vidas viviendo a todo tren. ¿Para qué quieren más? Porque lo que es evidente es que su objetivo al prestarse al juego de la publicidad es ganar más dinero, más y más dinero.
Y ahí viene mi vergüenza. Veo falta de elegancia, falta de respeto a uno mismo, avaricia sin límites. Y entonces se me caen del pedestal, si es que en algún momento estuvieron en él.
Verles anunciar un perfume que no les gusta o les es indiferente, una compañía de seguros en la que nada tienen asegurado, un coche que les da igual ¡ya tienen tantos! o un calzoncillo que no han llevado más que en el anuncio, me parece muy ridículo.
Como ridículo me parece también ponerme el perfume porque lo anuncia fulano, asegurar mi casa con determinada compañía porque lo dice mengano, comprarme el coche, si puedo, que se supone que conduce sotano y ponerme los calzoncillos de marca kulitomonín, porque quien lo anuncia lo tiene monín, con la vana esperanza de que mi culito se asemeje al suyo, sin caer en la cuenta de que el hecho de que mi culín sea atractivo o no, no depende precisamente de dicha prenda.
Pero claro, así es el mundo. Así somos las personas. Así funciona el sistema. El mundo empresarial y en particular las empresas de publicidad conocen todos estos mecanismos psicológicos muy bien y explotan todo este conocimiento en su propio beneficio. Es lo que hay.
Pero las personas, en este triste “es lo que hay”, tenemos un margen más o menos grande en el que podemos movernos con un mínimo de dignidad pese a pagar el tributo de tontería y estupidez que el sistema puntualmente nos exige. Y que pagamos, ¡cómo no! yo el primero.
Otra cosa bien distinta sería que el tenista Ranuncio Nadilio, los “futbolistos” (por eso de hablar castellano “progre”) Musulmano Rabuldo o Goliat Cekham, o el piloto Frialdo Alfolfo prestaran, que no vendieran, graciosamente, su imagen para campañas a favor del deporte, para proteger los bosques, o contra la droga, contra la violencia, o a asociaciones como Médicos sin fronteras o Cáritas, con perdón por si esto último huele a sacristía y ¡claro! mosquea a alguien.
En fin, es lo que hay. Triste frase, ¿verdad?, pero es lo que hay. Y es lo que pienso, con todos los respetos.

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