Este texto pertenece también al libro de Víctor
Manuel Arbeloa, Cantos de fiesta y lucha.
Libro este que fue muy importante para mí en mi juventud y que releído
muchos años después, sigue teniendo ese aire fresco, esas ganas de cambiar el
mundo, esa esperanza, esa alegría de ser cristiano de la que tanto nos habla hoy, casi cuarenta años después, el
Papa Francisco.
Esta hermosa tarde del domingo de Pascua, la comparto
con quien quiera dedicar un ratito a leerla.
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