Hablaba
ayer de las restricciones para hacer deporte en la montaña, y al final de la
entrada puse una nota indicando que parecía que algo iba a cambiar, pero no. El
absurdo y el sinsentido se establecen como norma.
La
situación actual es tan ridícula e incomprensible como la que expongo a
continuación.
Isabel
y yo, estando federados en la FEMECV, no podemos pasarnos solos y remarco lo de
solos, todo el día en el monte. A las 10 de la mañana, a casita. También
podemos salir de 20 a 23; a la hora de cenar, ¡vamos! Pero es que no puedo
hacerlo ni solo, ni completamente solo puedo hacerlo.
Se dan
circunstancias como estas:
Si
vivo en Villamarchante, por ejemplo, sí puedo. Pero yo, yendo solo y estando
federado, por vivir en Ribarroja no puedo.
Si voy
con una empresa de turismo activo iré en grupo, pero también puedo. Pagando
claro. Pero yo no necesito guías, y no quiero ir en grupo, por seguridad. Pero
yo, yendo solo y estando federado, por no querer ir en grupo y no querer pagar,
no puedo.
También
puedo tomarme una cerveza con los amigos en un bar, donde quiera y cuando
quiera. Pero yo, yendo solo y estando federado, no puedo irme solo a la montaña
todo el día.
También
puedo montar una barbacoa cada noche en mi casa con los amigos, de diez en
diez, pero yo, yendo solo y estando federado, no puedo irme solo a la montaña todo el día.
También
puedo pasarme todo el día por ahí en moto, o en coche, pero yo, yendo solo y
estando federado, no puedo irme solo a la montaña todo el día.
También
puedo irme a comprar al supermercado, a la peluquería, a un museo, a mil
sitios, pero yo, yendo solo y estando federado, no puedo irme solo a la montaña
todo el día.
Es
decir, puedo hacer gasto, ir de cañas con los amigos, montar cenas en mi casa,
correr riesgos en la carretera, contaminar con los vehículos, rodearme de gente
en mil sitios, con todas las precauciones que quieras, pero rodearme de gente;
pero hacer algo tan sano, tan limpio, tan seguro como pasarme el día solo por
el monte no puedo, ni estando federado.
Por
muchas vueltas que le dé no lo entiendo. Y quisiera entenderlo, porque entonces
asumiría en paz las normas por mucho que me fastidiaran. Pero de verdad, no lo
puedo entender.
Y
conste que soy de los que piensan que debe aprobarse una nueva prórroga del
estado de alarma, porque por mal que lo hagan, más vale hacerlo mal juntos que
cada uno a la suya, lo que sería aún peor.
Pero
las medidas que se tomen que sean claras, justificadas y debidamente
explicadas. No como esta que, ni ha sido clara, ni está justificada en modo
alguno, ni nadie nos ha explicado su razón de ser.
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