Sé que
no debe ser fácil organizar esto que han dado en llamar desescalada. Lo sé.
Esto es lo primero que quiero decir; y lo digo de verdad.
Pero
por difícil que sea, la cantidad de errores, incoherencias y rectificaciones
que se están produciendo son excesivas, y algunas gravísimas; porque si el
criterio último de actuación debe ser controlar el virus, y se decretan medidas
que lo pueden descontrolar, por mal camino vamos.
Uno de
los temas que a mí me afectan, y del que me he informado, es el de salir al
monte. Yo ando, pero da igual, correr, pasear o ir en bici. Lo decretado al
respecto es tan absurdo, tan incongruente, tan incomprensible, que da
risa y mala leche. Y además es
peligroso.
Se
puede decir en pocas palabras. En esta nueva fase seguimos sin poder salir del
término municipal para hacer deporte, y además hay que hacerlo en las franjas
horarias establecidas. O sea que estamos igual que en la fase 0.
A no
ser que vayamos a un recinto deportivo cerrado, o tengamos reserva en un bar o
restaurante de un pueblo de menos de 10.000 habitantes. Es la forma de saltarse
las restricciones espacio-temporales.
Conclusión.
Si queremos hacer deporte al aire libre nos hemos de amontonar en el término municipal, en un
recinto deportivo cerrado, o acabar en un bar para almorzar comer o cenar.
No
puedes pasarte todo el día andando por la Serranía, por ejemplo, comer bajo un
pino, y no ver a nadie o casi nadie. No, eso no. Has de amontonarte con el
personal en el bar o restaurante, por separadas que estén las mesas, si quieres
andar por allí. Tampoco puedes irte a correr a la Calderona, otro ejemplo, sí no vas a almorzar a un bar con los amigos. O a comer. ¿¿¿¿????¡¡¡¡!!!!
Si
esto es así, es el colmo del absurdo. Fuerzan a comportamientos peligrosos por
concentración de gente, y prohíben lo más seguro, que es facilitar que el
personal se “desparrame” por los montes donde será mucho más fácil mantener los
tristes dos metros, y los tres, y los cuatro, y los veinte si hace falta. Y que coman donde les plazca,
De
verdad que no lo entiendo. Y me molesta, pues a mí, personalmente, me asfixia y me fastidia.
Pero sobre todo porque me da miedo, porque estas medidas son imprudentes y
peligrosas.
Sólo
veo mentes ineptas tras ellas. Y me hago la pregunta del millón. Si en algo
como esto, que no veo tan difícil de regular con seguridad y beneficio para
todos, montan este despropósito, ¿qué harán con algo tan complejo como la
economía para tratar de reconstruirla?
¡Qué
miedo! ¿no?
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