FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

viernes, 2 de octubre de 2020

Carta abierta a Fernando Simón.


Carta abierta a Fernando Simón:

Hay dos nombres que no deberían haber aparecido nunca juntos. Son el suyo y el de Jesús Calleja. Aunque sólo sea por respeto a toda la gente que ha sufrido, sufre y sufrirá con esta pandemia.

Desde luego, si tengo que buscar un adjetivo para esta relación es el de vomitiva. Sí, me parece algo vomitivo. Y puedo añadir más, indigno, vergonzoso, insultante, desconcertante, triste, ofensivo…

El señor Calleja es una de las personas que más allá de cualquier principio moral, con un norte que es el dinero y la fama, y con la más miserable utilización de los medios de comunicación que se pueda concebir, está haciéndole un daño irreparable a la naturaleza, y de un modo especial a la montaña.

En el Pirineo hay mucha gente que tiembla, como yo, cunando en sus correrías recala en la cordillera. Porque no hay nada ni nadie que le merezca respeto si eso da audiencia a sus programas y lo que ello conlleva; lo único que le importa.

Unirse a este personaje alguien que ha sido el rostro, a veces el único rostro del que parecía que te podías fiar en medio de la zozobra permanente, causada por el miedo y la incertidumbre en los que estamos viviendo, nos deja totalmente huérfanos a los que de algún modo confiábamos en usted.

Yo, personalmente, hace ya mucho tiempo que no veo, ni escucho, ni leo nada relacionado con este largo infierno, ni con otros; pero ahora hablo de este. Localicé la hora en la que usted daba los partes de la situación y, si podía, lo escuchaba en la radio. Ya no lo haré más.

También esto lo he perdido. ¿Cómo saber ahora qué está pasando? Participando en un programa del citado individuo, hablando entre escalada y buceo de algo tan serio, tan doloroso, tan largo, cuando además aún sigue haciéndonos daño, es incomprensible.

Señor Simón, ha perdido para mí toda credibilidad. Y lo que es peor, puedo empezar a entender por qué aquí, en España, nos va como nos va. Porque si usted, que era la cara seria, serena, honesta, que nos debía inspirar confianza, ha hecho lo que ha hecho, ¿cómo lo estarán haciendo muchos de los que no sabemos ni sus nombres?

Y así nos va.

 

Un defraudado.

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