FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

martes, 23 de junio de 2015

¿También educación vial? ¡Venga ya!


Parece ser que anda por ahí suelta una curiosa campaña que pide que se incluya la educación vial como asignatura en los colegios. Me chocó el asunto, intenté digerirlo y comprobé que no podía.
Yendo al grano. Educación vial, educación para la ciudadanía tolerante y con talante, educación en valores, educación afectivo-sexual, educación cívica, (no gritar innecesariamente, guardar cola, no tirar papeles, no matar gatos a no ser que nos los vayamos a comer, no empujar a viejecitas …), educación en las nuevas tecnologías, además de valenciano, inglés, matemáticas, ciencias sociales, música, dibujo, ciencias naturales, lengua española (sólo un poquito, porque eso ya lo aprenden solos), chino, que es el futuro… ¿Qué más tenemos que hacer en los colegios?
Creo, muy sinceramente, que hemos perdido el norte del todo. Que vamos en dirección contraria y a “toda leche”, y encima sin conciencia de ello, porque cuando veamos el camión de frente gritaremos aterrorizados, ¡qué hace ese loco! Y luego ¡plof, plaf, plif, catupluf, crin, clic, chaf! Y los locos éramos nosotros.
Los primeros y máximos responsables de la educación de los niños son sus papás, y pienso humildemente que enseñarles a no ir en dirección contraria aunque vayas en “bici” no es cuestión del “cole”, como no lo es el decirles que no hay que conducir si no estás en condiciones, o que hay que esperarse si el semáforo está en rojo, aunque no venga nadie. Eso es responsabilidad de los padres. En el “cole” apoyamos, reforzamos, colaboramos, pero no somos ni los primeros ni lo máximos responsables.
Esta reivindicación es un paso más en la vergonzosa dejación de sus funciones en favor de la escuela, por parte de muchos padres. Es cómodo, desde luego, porque además, al no ser yo el responsable, encima reclamo a quien lo es y hasta lo denuncio si hace es menester. ¡Faltaba más!
Por este camino, día llegará en que cuando un niño, o no tan niño, se reviente contra un coche por bajar en contra dirección con su bici, cosa muy frecuente en la calle donde vivo, por ejemplo, la familia denunciará al colegio por no haberle explicado en la clase de educación vial que eso no se hace. Y al pobre “desgraciao” del “profe” al que le haya tocado dar la asignatura, le pedirán toda clase de documentos y explicaciones para que demuestre su inocencia, pues será culpable mientras no se demuestre lo contrario.
Incluir en el currículo cuestiones cuya responsabilidad es primero y ante todo de los papás, es un gravísimo error. La educación, en mayúsculas, se inicia en casa y en el “cole” colaboramos, además de enseñarles, instruirles, para que un día puedan llegar a tener una vida laboral satisfactoria y eso sí que es cosa nuestra.
Me atrevería a plantear el asunto del siguiente modo. La familia ha de “hacer” la persona desde su irrenunciable libertad como padres, y el colegio colaborar en esta tarea. El colegio ha de preparar a esa persona para su vida laboral, con todo y con lo mucho que ello conlleva, y en esto es la familia la que colabora.
En esta educación sin norte, hay muchísimas cosas sobre las que reflexionar, y ésta es una de ellas. Hemos de clarificar funciones, asignar responsabilidades claras a padres y profesores. Y que cada uno asuma la suya, no la de otros.
Si no lo hacemos, como no lo estamos haciendo, saturaremos hasta bloquearlo el sistema educativo, y los padres se convertirán simplemente en engendradores y criadores de los retoños que el estado, a través de un sistema educativo “público y de calidad”, educará, ¡ojo! quizá en su propio y exclusivo beneficio. Porque le habremos dejado. Más aún, porque se le habremos pedido.
No sería la primera vez que algo así sucede en la historia, siempre con consecuencias devastadoras. Pero claro, para saber esto habría que saber algo de historia…y eso sí es cosa del “cole”, desde luego.

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