Sr.
Alcalde:
Quiero agradecerle públicamente su
gesto de acudir ayer a la procesión del Cristo como máxima autoridad municipal,
ya que ninguna obligación legal tenía de hacerlo.
Además, imagino que habrá habido
comentarios de todo tipo, unos buenos, otros no tanto. Mi comentario son estas
líneas, y vaya por delante que pienso que ha hecho lo correcto por muchos
motivos, pero hay dos que quiero destacar.
Uno lo podría resumir con aquella
famosa frase de nuestro cine, cuando Pepe Isbert habla a sus vecinos desde el
balcón del ayuntamiento, con la frase “como alcalde vuestro que soy”, para organizar
el recibimiento a los americanos. Eso es lo que hizo ayer, entiendo yo, decir
con su presencia, como alcalde vuestro que soy, voy a la procesión por respeto
a todos aquellos vecinos para quienes el Cristo es muy importante. Ha mostrado
así respeto a mucha gente de su pueblo, independientemente de formas de pensar
y de vivir. Eso es ser alcalde de todos. Y eso es una actitud profundamente
democrática.
En segundo lugar pienso que ha dado
un paso importante y necesario en la dirección adecuada. Que un alcalde
socialista vaya a la procesión es algo que, por el bien de todos, tenemos que
empezar a ver como normal en este país. Hay que cerrar definitivamente esa
brecha entre las dos Españas, también las dos Ribarrojas... superando tanto ese anticlericalismo rancio y hoy
injusto, como ese pavor atávico a “los rojos que son el demonio”. Nos ha hecho
y sigue haciendo mucho daño mantener esa vieja herida abierta. Ni la sociedad,
ni la Iglesia
actuales son las de los años 30. Dejemos a los muertos que entierren a sus
muertos. Y por eso, gestos como el suyo son un paso adelante en la historia.
Por estos dos motivos, y otros
menores que no comento por no alargarme más, cuando ayer le vi desfilando por
las calles del pueblo, y más tarde en el altar mayor de la iglesia, ante el
Cristo, mientras el pueblo cantaba los Gozos, le di gracias a Dios, yo soy
creyente, por su gesto, por el significado de su gesto. Porque gestos así, son
los que necesita nuestra democracia para seguir madurando, y gestos así son
bálsamo que cura una herida ya demasiado vieja, pero que por culpa de algunos,
aún supura.
Gracias Sr. Alcalde.
Hola Jesus:
ResponderEliminarViendo Tu entrada uno (que tiene memoria) ha recordado una larga conversacion que tuvimos Tu y yo hace ya 2 decadas sobre este tema y ¡corcholis y recorcholis! Pensabas de una forma completamente opuesta a como piensas hoy. me decias que un alcalde,si queria ir a la procesion, debia hacerlo como todo el mundo y que eso era bueno como ejemplo de fe y como ejemplo de humildad y cercania......
Y hoy leo esto.....
A mi me parece tan respetable tu opinion de entonces como la de ahora y tengo argumentos para estar a favor de ambas.
Solo Te pido ,antes de que en un ejemplo de tu inconmensurable fe en la libertad de expresion, borres el texto. Que pienses en que a veces evolucion no es incoherencia y que "adalides de la coherencia" en este mundo no somos ni Tu, ni yo, ni nadie.
Y solo decirte que, si no te conociera, pensaria que este articulo huele demasiado a "peloteo", pero como, no se si por suerte o por desgracia, pero Te conozco. No voy a pensarlo.
Un saludo.
Chapó, me quitó el sombrero.
EliminarQué comentario tan "raro" !...
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo en lo que dices de enterrar ya de una vez el tema de las 2 Españas. Es triste ver que no hay manera de superarlo y que la gente siga identificando inclinación política con creencias religiosas. Dicho ésto, a mí me importa bien poco si los representantes políticos creen lo mismo que yo o no. No me aporta nada. Lo que espero es que respeten las creencias de todos, siempre que no agredan a nadie en nombre de dichas creencias. Y pienso que una persona, a medida que madura y crece, es lógico que afiance unas creencias, modifique otras, rechace algunas y adquiera otras. Es consecuencia de la evolución y crecimiento personal.
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