FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Se mueren los glaciares...

Hay cosas que se leen, que se oyen, de las que te enteras no sabes muy bien cómo, pero que no acabas de asimilar hasta que las ves de cerca, hasta que te tocan de cerca.
Hablo ahora del cambio climático, del calentamiento de la atmósfera, del retroceso de los glaciares, que tengo claro que es un hecho, pero “jo…” (acabadlo como queráis), cuando el otro día, organizando las fotos que Isabel va digitalizando, vi la norte del Monte Perdido desde el Balcón de Pineta, a finales de julio de 1984, me quedé impactado.
Me apresuré a ver las que en junio de este año hice de la misma pared, desde el mismo sitio, incluso un mes y medio antes, y comprobé lo brutal de la diferencia.
En sólo 31 años, aquel mundo de hielo que cubría la imponente cara norte del Perdido, no es más que un extenso helero al que se puede entrar a pie plano.
Y ¡claro!, no se trata sólo de que cambia el paisaje, eso es sólo una consecuencia, sino de otras muchas consecuencias menos visibles, menos evidentes, pero que seguro están ya ahí e irán a más.
¿Hasta qué punto es el hombre el único responsable de esto? ¿Hasta qué punto hay toda una mascarada política a nivel internacional sobre este tema? Son asuntos que se me escapan.
Lo único que sé, y os dejo ya ver las dos fotos, es que la gente que sube ahora al Balcón de Pineta, no goza, ni de lejos, de lo que yo hace nada más que 31 años pude gozar, no podrán tener la suerte de ver una caída de seracs desde la cumbre del Cilindro, no escucharán por la noche, si duermen allí arriba, los crujidos del hielo…

Junio de 2014.
Julio de 1984.

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