FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

miércoles, 6 de enero de 2016

El 6 de enero de 1935 dijo Unamuno...


En la entrada de ayer hablé de las palabras conmovedoras y tristemente proféticas que el 6 de enero de 1935, don Miguel de Unamuno dirigió a todos los niños de España, por encargo y en nombre del presidente de la II República, don Niceto Alcalá Zamora.
Estas palabras son historia. Se pronunciaron hace hoy 81 años, sin embargo, al iluminar con su luz nuestro presente, adquieren una actualidad pavorosa. 
Ya lo he dicho muchas veces en este blog, es importante conocer la historia para no repetirla. Y en estos momentos, necesario y urgente.
No es casualidad que el Rey, en su mensaje de Navidad, dijera casi al principio “…y esa historia, sin duda, debemos conocerla y recordarla, porque nos ayuda a entender nuestro presente y orientar nuestro futuro y nos permite también apreciar mejor nuestros aciertos y nuestros errores…”
Sí, conocer la historia es siempre necesario, importante y a veces urgente. ¿Y qué queréis que os diga? Yo, ahora, lo veo urgente.
Por eso, os invito a que extendáis estas palabras de Unamuno cuanto podáis. Compartid esta entrada o si lo preferís, copiad, pegad y compartid el texto de don Miguel como un hallazgo vuestro, me da igual. Lo importante no es quién lo transmite, sino lo transmitido. Que mucha gente conozca lo que dijo Unamuno el día de Reyes de 1935. Y piense. Es que nos hace falta pensar.
Aquí lo tenéis. He puesto en negrita lo que más me ha impresionado, lo que creo que está poniendo el dedo en la llaga de un modo directo y rotundo. Leedlo con calma, merece la pena.

 “Hoy, el día en que se celebra en el mundo cristiano la Adoración del Niño Dios por los santos Magos —llamados después Reyes— Melchor, Gaspar y Baltasar—fiesta que viene de abuelos a abuelos y de nietos a nietos hace siglos—, venimos vuestros mayores —padres, tíos y abuelos— a regalaros juguetes de toda clase —menos pistolas— para que aprendáis a jugar en paz en la vida, a jugar en paz la vida. Y, sobre todo, venimos a que nos perdonéis. A que nos perdonéis muchos pecados contra vosotros y, sobre todo, el de que no siempre os dejemos jugar en paz…con este agasajo, con esta fiesta queremos ganar, más que vuestro agradecimiento, vuestro perdón. Perdón, niños de España para vuestros mayores.”
 “Son muchos los padres que os mandan a la escuela para que no deis —dicen— guerra en casa, para que los dejéis en paz. ¿En paz? La guerra que dais jugando en casa ¡sí que es paz! La guerra condenada, la del demonio, es la que solemos daros nosotros, los mayores. Hay quien se queja de que vosotros, los niños de verdad —no esos chiquillos mal educados que juegan a la guerra civil—, ocupáis y tapáis la calle con vuestros juegos…Mejor es que nos echéis de la calle…Y sois vosotros los que tenéis que enseñarnos a jugar. A jugar sin preocuparnos de ganar o perder el juego, sino a jugar bien. Bien y en paz.
 “Os hemos dado mal ejemplo, muy mal ejemplo, y estamos avergonzados de ello. No sé si también arrepentidos. Nos figuramos que nuestros juegos son más serios que los vuestros porque en los nuestros se matan los jugadores. Hay muchos de nosotros que quieren enseñaros nuestros juegos. ¡ Decidles que no !…Decidles que las escuelas de España deben ser las verdaderas Casas del Pueblo, y que no queréis que entren en ellas nuestros malditos juegos de guerra civil.”

Y poniéndose después en lugar de un niño dice:

 “Si queréis que juguemos, que soseguemos vuestro remordimiento, renunciad a vuestros juegos de muerte. Y a vuestros juguetes de destrucción. Y no nos enseñéis a amenazarnos unos a otros. Enseñadnos a vivir en paz de trabajo en casa y en la plaza pública. Que España sea una casa de familia. Y entonces os perdonaremos.”


¡¡Feliz día de Reyes!!


NOTA: Creo que éste no es el texto íntegro de aquella alocución. Lo estoy buscando, y si realmente no lo es, publicaré en el blog, en cuanto lo encuentre, el texto completo.

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