Hablemos
de la desescalada. Palabra esta que cuando el sr. Sánchez nos decía que se
acercaban semanas duras y difíciles, nos parecía tan lejana. Y ciertamente que
lo estaba.
Ahora
ya está aquí, con fases y todo, como en las películas de marcianos. Y los sentimientos
que me produce son contradictorios; son algo así como un miedo esperanzado, o
una esperanza transida de miedo; que tanto da.
El
motivo es que pienso que para que esto salga bien va a ser necesario que se den
tres condiciones que a continuación explico.
La
primera es que las autoridades políticas, que son quienes en última instancia
deciden, diseñen todo el proceso de normalización según criterios estrictamente
técnicos, y pensando exclusivamente en el bien de la población. Ni el mercadeo
político, ni el cultivo de votos, ni las presiones sociales deben influir lo
más mínimo en el planteamiento y ejecución del proceso.
La
segunda es que la sociedad esté a la altura de las circunstancias, es decir,
que actúe de un modo responsable en todo momento. Sabemos que siempre hay
gilipollas, pero que sean los menos y se sientan excluidos. Dicen que hay
países donde no ha habido prohibiciones, sino recomendaciones, y aun así les va
mejor que a nosotros. Si esto es así, tendríamos que hacérnoslo mirar.
La tercera
es más personal, muy personal. Que seamos capaces de quitarnos el miedo que se
nos ha metido en el cuerpo. Que sea capaz de quitarme el miedo que se me ha
metido en el cuerpo. El miedo a casi todo lo que no sea estar en casa encerrado
a cal y canto, o en el monte con Isabel, o solo, cosa que, al menos hasta hoy,
no me dejan hacer y que necesito como el aire.
Se han
de dar estas tres condiciones para que todo esto acabe de verdad bien. Por eso
tengo miedo, porque no va a ser fácil; y tengo esperanza, porque es posible.
Sin
embargo hay por ahí otra nube flotando en el extraño cielo que nos ha tocado
vivir. Es eso que han dado en llamar nueva normalidad. Es decir, que aun yendo
todo muy bien, no llegaremos a la normalidad, sino a una nueva normalidad. Y ese
concepto me inquieta mucho. De él hablaré en una próxima entrada.
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