El 10
de marzo escribía para acabar una entrada " no veo que estemos aprobando el
examen". Por fin, hoy, el Presidente del Gobierno ha anunciado el estado de
alarma que el Consejo de Ministros aprobará mañana. Es el primer paso para
acabar aprobando el examen.
No es
momento de reproches, creo, sino de olvidar diferencias, y apoyar y entender a
quienes tienen que tomar difíciles pero necesarias decisiones para afrontar una
situación que, pienso, no imaginaban ni en las peores de sus pesadillas.
Son
momentos de ser responsables, y obedientes (palabra que no está de moda) y
prudentes. De abandonar ese sentimiento de que eso no me pasa a mí, asumiendo
dolorosamente nuestra vulnerabilidad. De mantener la calma y tratar de
controlar el miedo.
Y las
autoridades deben estar a la altura de las circunstancias. Lo necesitamos
todos. Han de ser valientes y resolutivos. Han de tomar decisiones asumiendo la
responsabilidad. Y si, ojalá no suceda, hubiera que ir más allá decretando el
estado de excepción o de sitio, necesitamos saber, yo necesito saber, que están
dispuestos a hacerlo.
De
ninguna crisis se sale igual que se entra. Después de esta seremos distintos,
el mundo será distinto. En nuestras manos está que seamos mejores, que el mundo
sea mejor.
Y
entonces, en el examen, tendremos un sobresaliente.
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