Día 4 de confinamiento.
Buenos días:
Hoy comparto un texto escrito por Teilhard de Chardin, jesuita, perteneciente a su libro La misa sobre el mundo, con el deseo y la esperanza de que sus palabras caigan sobre nosotros como agua en tierra reseca.
Ya
que, una vez más, Señor…, no tengo ni pan ni vino, ni altar,* me elevaré por
encima de los símbolos hasta la pura majestad de lo Real, y te ofreceré, yo, tu
sacerdote, sobre el altar de la Tierra entera, el trabajo y el dolor del mundo.
El sol
acaba de iluminar, allá lejos, la franja extrema del horizonte. Una vez más la
superficie viviente de la Tierra, se despierta, se estremece y vuelve a iniciar
su tremenda labor bajo la capa móvil de sus fuegos. Yo colocaré en mi patena,
oh Dios mío, la esperada cosecha de este nuevo esfuerzo. Derramaré en mi cáliz
la savia de todos los frutos que serán molidos hoy.
* Estaba en Asia, en unas excavaciones arqueológicas. Jesuita francés, fue paleontólogo y filósofo. Murió en Nueva York, el Domingo de Pascua de 1955.
* Estaba en Asia, en unas excavaciones arqueológicas. Jesuita francés, fue paleontólogo y filósofo. Murió en Nueva York, el Domingo de Pascua de 1955.
No hay comentarios:
Publicar un comentario