Día 2 de confinamiento.
Buenos días:
Hoy
comparto el salmo 120, con el deseo y la esperanza de que sus palabras caigan
sobre nosotros como agua en tierra reseca.
Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el
auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
No permitirá que resbale tu
pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel.
El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.
El Señor te guarda de todo
mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y
salidas,
ahora y por siempre.
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